‘Quiero a Edward Cullen y Edward Cullen me quiere a mí y sólo a mí’. Esta apasionada declaración, garabateada con boli azul, lleva ya seis meses hecha un borrón en la mano de mi hija. Todas las veces que le hago lavársela, vuelve a aparecer – tan cabezota y esperanzada como imborrable. Al igual que el primer amor.
Evie vive y respira Edward. Ella piensa sinceramente que ha encontrado a su alma gemela. Me asegura que Edward es devastadoramente maravilloso, ingenioso, inteligente, adorable, muy protector, tiene un coche muy guay, ojos dorados y los modales antiguos más exquisitos que existen.
‘Básicamente, mamá, estoy totalmente obsesionada con él ’.
‘Ya cariño, lo he notado’. Al principio, no podía ayudar pensando que la locura de mi hija tenía unas cuantas desventajas. Para empezar, estaba aquél habito tan anti-social de chupar sangre. Edward es un vampiro, a pesar de que es muy amable, considerado, liberal demócrata, vegetariano y protector contigo, pero te sientes muy a gusto con él, a pesar de ser un no-muerto. Ah, y ¿he mencionado que tiene 17 años desde que murió en 1918? También tengo mis sospechas de que mi enamoradísima hija quizá no sea el único interés amoroso de Edward. De hecho, como estimación aproximada, Edward tiene unos 25 millones de chicas que suspiran por él en todo el mundo. Como mi hija de 12 años, estarán también piensan también que él es suyo y solo suyo.
Así que ¿por qué acabé dando mi bendición a toda esta devoradora relación con un chico que se describe a sí mismo como el depredador más perfecto del mundo? Bueno, por lo menos sé que nunca romperá el corazón de mi hija, es un personaje ficticio, el héroe de la exitosa saga de Stephenie Meyer , que cuenta las fortunas de dos amantes, Edward y Bella.
Gracias dios, mi hija y las otras “Twerds” (Twilight nerds – creo que no necesita traducción jajajaja) han dejado de quedarse plantadas delante del maldito ordenador mirando sus MySpace y Facebook por una vez, y se han enganchado – ALELUYA! – a un libro.
Evie se queda dormida con el libro sobre el pecho y por la mañana, pone el tomo de 500 páginas encima de la mesa, coge una cuchara para comerse los cereales y sigue leyendo. Os juro que podría sustituir el Whiskas para gatos por sus Cheerios y ni lo notaría.
La semana pasada, cuando amaneció el día de la premiere de Twilight en Reino Unido, montones de chicas empezaron a abarrotar Leicester Square en Londres a las 4 am lo que es realmente escalofriante dado que las adolescentes casi siempre responden a la salida del sol igual que los vampiros.
A las 7 pm de esa noche, cuando Robert Pattinson y Kristen Stewart, Edward y Bella en la ficción, aparecieron por la alfombra negra (especial para la ocasión), miles de adolescentes con la piel pálida, labios rojos, e incluso con toques de pintalabios en el cuello simulando un beso sangriento; comenzaron a gritar.
Una chica, con las lágrimas estropeándole su pálido maquillaje, llevaba una pancarta con una frase de la película que podría aplicarse a todas las chicas que estaban allí:‘Edward/Robert, you are my life now’.
‘Ésta es la mejor noche de todas’, chillaba mi hija, quién de repente había empezado a ver el lado bueno del molesto periodismo de su madre. Evie y yo habíamos ido a la premiere con su amiga Lottie, su hermana mayor, Lilah, y sumadre, mi amiga, Lucy.
Twilight ha generado un montón de sentimientos pero quizá el más sorprendente es que se ha convertido en un vínculo madre-hija. En los EEUU, hay incluso un sitio llamado ‘TwilightMoms’.
En parte, supongo que es porque recordamos nuestros enamoramientos adolescentes. En mi caso era David Cassidy; Lucy estaba enamorada de David Essex, y las dos suspirábamos por ellos metidas en nuestros camisones de Starsky & Hutch. Pero también hay un profundo sentido de alivio de que nuestras hijas adoren algo que podamos aprobar de todo corazón.
En una época que parece conspirar para robarle la inocencia a los jóvenes a la primera oportunidad que se presente, Twilight promueve el romántico mensaje de que ser salvada por alguien que te valora y te adora no solamente es seguro, sino también es sexy.. ‘ Puedo hablar de sexo con mi hija sin parecer conservadora, porque simplemente hablamos de Twilight’, escribió una madre.
Fue hace 5 años, cuando un ama de casa normal y corriente, madre de tres niños, que ni fuma ni bebe, y que nunca jamás ha visto una película X, tuvo un sueño. Meyer, de 34 años, imaginó a una chica y a un hermoso vampiro en un prado. El vampiro le explicaba a la chica que se sentía salvajemente atraído por su olor, y deseaba beber su sangre, pero que se sentía incapaz de matarla.
Hablando conmigo por teléfono desde su hogar en Arizona, Meyer me dijo que los peligros de la relación entre Bella y Edward la obsesionaron absolutamente. Ella sabía que la chica y el vampiro estaban desesperadamente enamorados, y que incluso un beso podría ser fatal, si el se dejaba llevar.
Cuando se despertó, Meyer no estaba segura de si el vampiro al final se había contenido, así que empezó a escribir una novela para ponerle final al sueño. ‘ Quería saber si podrían hacerlo funcionar o si Bella acabaría muriendo. Sopesé todos los aspectos de su relación ‘. Cada vez que Edward toca la mano de Bella se convierte en un evento extraordinario, Twilight no contiene escenas de sexo, pero hierve con un deseo sin consumar, que puede hacer que incluso una mujer de mediana edad se sonroje. Imaginad qué les hace a las chicas que están con las hormonas revolucionadas y en pleno proceso de la pubertad. No deja dudas de por qué a miles de adolescentes les a picado la fiebre del vampiro.
No sorprende que una Mormona escribiera un cuento tan moralista y conservador. Meyer dijo que no quería que Edward y Bella tuvieran sexo antes del matrimonio. Lo que es alucinante es cómo los libros han calado en las chicas del siglo XXI como un amor verdadero, perfecto y caballeroso. Incluso corriendo el riesgo de acabar como entrante en su menú.
No puedo dejar de pensar que si se persuadiera a los chicos de ir a ver Twilight, los hombres del futuro podrían contestar a la eterna pregunta de: ¿qué quieren las mujeres?
La gran pregunta es: ¿qué actor podría encarnar las inmortales virtudes, los inusuales gustos “culinarios” y la belleza de Edward Cullen? Cuando el joven británico Robert Pattinson lideraba la lista de candidatos, provocó una airada petición online, que fue firmada por 75.000 fans, que se quejaban, aparte de otras cosas, de que no era americano y de que era demasiado feo.
Pero parece ser que han cambiado de opinión. Desde que se convirtiera en Edward, Robert ha hecho enloquecer a multitudes a lo largo de EEUU y provocado una riada en un centro comercial de San Francisco. Desde que Leonardo DiCaprio rescatara a Kate Winslet del Titanic, ningún actor novato ha tenido semejante repercusión internacional.
Decidí tomar prestada a mi experta en Twilight para entrevistar a Robert/Edward. Nuestro vínculo madre-hija necesitaba ayuda después de una pelea sobre si la dejaba llevar tacones a la premiere. Y no, el hecho de que usemos el mismo número de zapato no significa que pueda cogerme prestados mi Jimmy Choos (que me costó una eternidad poder permitirme) Evie y su amiga Lottie estaban sentadas en el hotel, expectantes a la llegada de Edward/Robert, cuando Evie siseó ‘¿no estás un poco emocionada mami? Es como si fuéramos a conocer a dios’. Admito que no estaba tan emocionada como cuando fui a entrevistar a otro Robert. Robert Redford. ‘¿Ése quién es, una especie de famoso?’
Oh señor, hay varios momentos como madre que te sientes como si tuvieras cientos de años. Justo entonces, Robert salió de su suite, nos dijo hola y mi hija hizo algo que nunca antes la había visto hacer. Se puso tan roja como un tomate.
Me tomó unos pocos minutos recuperar el poder del diálogo y realizar la primera pregunta. Edward Cullen es tan maravilloso y perfecto que... ¿te costó darle vida? Robert sonrió y sacudió la cabeza diciendo “es imposible interpretar al tío perfecto. Acabas pareciendo totalmente cursi. Traté de concentrarme en sus cosas malas para hacerle más real.”
En persona, Robert, de 22 años, es un poco mas delgado que en pantalla, aunque tiene unos ojos encantadores situados en una cara con forma de corazón. Su pelo, que según Evie es increíblemente guay, me recuerda a un nido de pájaros deshecho. Pero me gusta su forma de hablar, tan ...tan hermosa. Incluso sin haber estudiado arte dramático, sus padres creían que su particular forma de hablar le ayudarían a entrar en el mundillo. “Dicción!” dijo, imitando a Laurence Olivier.
Robert fue a la escuela privada Harrodian al oeste de Londres, aunque insiste en que no es pijo. Empezó haciendo pequeños papeles a los 15 años para ayudar a pagar las tarifas de la escuela. Su padre vendía coches y su madre era secretaria de una agencia de modelos. “Pensé que la interpretación era una tontería” se ríe, aunque reconoce que se apuntó al club de teatro porque “ era donde estaban todas las chicas guapas”.
Su gran paso fue cuando dio vida a Cedric Diggory en Harry Potter. Aunque su aparición en pantalla fue infinitamente más corta, recuerdo haber pensado que era el joven británico más encantador del cine desde que Jude Law apareció en Wilde con esos ojos azules suyos.
Y , al igual que Edward, hay algo muy caballeroso en Robert. Cuando le pregunto si piensa que las chicas están tan locas por Edward porque está “chapado a la antigua”, frunce el ceño y dice “supongo que el tener modales antiguos se compara a ser considerado. Y es extraño que eso se considere una virtud anticuada”. (Sir, i salute you!)
Todavía es nuevo en el juego de Hollywood. Cuando Evie le preguntó si se enfadó por la petición de que él era el Edward Cullen equivocado, él se ríe.” Estaba de acuerdo con ello! Cuando leí el guión me quedé como oh no! Porque se supone que él es perfecto en todo su ser, y yo el año pasado estaba realmente gordo!”
Él sabe que la histeria tiene que ver con su personaje, no con él, y se toma con maravillosa ironía toda la adulación. “Básicamente, voy rodeado a todas partes. Tengo que ir a la ciudad y me van gritando por la calle. Todo tiene que ver con Edward, no intento reclamarlo para mí mismo” Encuentra un poco rarito que las chicas le pidan que les muerda el cuello. “Tengo que decirlas: Mira, no puedo, tengo miedo de hacerte daño”.
Niega los rumores sobre su romance con su compañera de reparto Kristen Stewart. ‘Uf!’ dice exclama Evie en voz alta. Es muy considerado por su parte. Millones de chicas, incluyendo mi hija, asesinarían felizmente a la pobre actriz si fuera verdad. Las fans no tienen nada en contra de Kristen, a ellas mismas les gustaría ser Bella. Por que Edward las pertenece, ¿entiendes? Sólo a ellas.
Se dice que el contrato de Robert estipula que no puede salir al sol porque sino estropearía su perfecta palidez vampírica. (Ya ha firmado para New Moon, la segunda parte de Twilight). Yo predigo, sin embargo, un lugar brillante para este talentoso actor. Es seguro que tenga un futuro como hombre más allá del de chico guapo.
Parece ser que mi hija tiene planes para él. Antes de irnos, Evie pide a Edward/Robert que le firme su queridísimo libro. “¿Qué quieres que ponga?” Le pregunta dulcemente.
‘Puedes escribir : por favor, cásate conmigo?’
Ésta es mi chica.
Ésta es mi chica.
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